miércoles, julio 30, 2008
y luego perderla
En la calle hallé la que fue mi moraleja:
que si la pruebo la quiero, que si la tengo ya deja
de gustarme.
Y no dejo de buscarte, de buscarme.
Y te dejo cuando veo que te cambias,
que mutaste.
Cuando apenas empiezan las penas
no esperas que te busque en todas partes
pero en tí me pierda,
descanse pero no duerma,
atienda pero me canse
de ver mi propia imagen, y luego perderla.